En Japón se abrió una puerta dimensional en plena ciudad de Tokio y un ejercito de otro mundo salió de el, las fuerzas de autodefensa lograron detener la invasión y eventualmente enviaron un ejercito al otro lado. Lo que nadie sabia era que una segunda puerta se abrió en una ubicación distante, pero esta no fue abierta por las divinidades de este mundo sino por la diosa conejo. Un ejercito igual de grande fue enviado a este mundo, del otro lado se encuentra un paisaje tranquilo y barios pueblos que rápidamente son saqueados pero los defensores son guerreros con técnicas que jamás habían visto y entre ellos esta cierto muchacho de pelo rubio.
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