Checo era un periodista en ascenso, tomando pequeñas entrevistas deportivas, pero lo que lo estaba llevando a la cima de su carrera fue entrar a las entrevistas del deporte motor, entrevistando a varias leyendas de dicho deporte. Pero claro que no solo era conocido por sus entrevistas, le pusieron el famoso apodo de "CEO del chisme" junto a su compañero y mejor amigo George Russell. Para lástima de nuestro estimado reportero, jamás le advirtieron de cierto león holandés que pondría su mundo de cabeza.