La relación de Atsumu y Sakusa era perfecta. Viajaron recorriendo el mundo, Sakusa vivía el gran sueño de ser cantante junto a la banda y el amor de su vida, Atsumu era tan feliz como lo era él. Su relación era tan perfecta hasta que ya no lo fue, hasta que miles de kilómetros lo separaron y Atsumu se quedó con el fantasma de Kiyoomi y el inicio de una nueva duda. Una que quebraría hasta el alma a Kiyoomi, si es que algún día Atsumu tuviera el coraje de decírselo.