Jaehyun vivía por y para su banda, no por nada era considerado el mejor guitarrista de su generación y gracias a eso, la banda que con mucho esfuerzo creció en el gusto de la gente se había posicionado en el número uno de las listas de popularidad por ya dos años seguidos pero este mundo de la música siempre había estado apartando a Jaehyun de lo que el amor podía ofrecerle. Mientras tanto, Doyoung aún no superaba su última ruptura y la simple idea de enamorarse de nuevo no ocupaba ni una pizca de sus pensamientos. Los dos están a punto de percibir que el amor nunca se había sentido mejor que cuando estaban juntos.