Leah Johnson tiene un nuevo vecino. Un vecino omega específicamente. Su vecino huele a margaritas y sonríe como un pequeño sol. Puede cargarla con una mano y se para frente a ella si alguien se atreve a acosarla. ¡Ella es un alfa! ¡De verdad lo es! ¡Es un alfa especial, clase S! Pero ¿qué puede hacer si el omega que le gusta es demasiado fuerte? Por supuesto es dejarse mimar con tranquilidad. ¿Orgullo alfa? Lo siento, para los que mantienen esos pensamientos no es de extrañar que sigan solteros.Все права защищены
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