Cadena perpetua

Sara siempre fue despreciada por su padre y nunca supo la razón. Nadie podía salvarla del infierno que vivía desde que era una bebé, su madre lo intentó muchas veces y siempre salió herida.

Su padre se cansó tanto que mató a su madre con sus propias manos y delante de Sara para que viera que la única persona que la quería moría a causa de ella y a él no le importaba pues tenía dos esposas más.

Su padre le juro que su vida sería un infierno y que cuando encontrase la manera de deshacerse de ella lo haría sin dudarlo.

El cumplió su promesa, pues la regaló como si fuese un pedazo de pan al meterse en problemas con un hombre poderoso que podía matarlos a todos ellos solamente con una palabra de su boca y nadie se lo impidiria.

Poco sabías Sara que el infierno que vivía con su padre era solo un calentamiento al destino que se le venía encima, pues quien seria su marido ya estaba casado y tenía un hijo de meses. Que no tendría voz ni voto en ese matrimonio y para lo único que iba a estar viva era para darle dale hijos y satisfacerlo.