Después de que Aziraphale se va al cielo, se le da la orden a Muriel de informar semanalmente de manera escrita todo lo que está pasando en la tierra, especialmente con Crowley.
Una tarde Crowley le pide a Muriel que lo ayude a acabar con su agonía y solicita una copa de agua bendita, sin embargo Muriel se niega ya que el arcángel supremo ha restringido el uso de agua bendita, ahora ni siquiera en las iglesias se encuentra, Aziraphale se ha encargado de que Crowley esté ahí para cuando él decida regresar, pero Crowley no esperaría más bajo los efectos del dolor.