El ser buen padre es una tarea compleja, pero no imposible. Estos poemas son para quienes crecieron sin sentir el calorcito de ese amor que solo el hombre ofrece, por los que cargan con peleas, miedos y un hueco que se cansó de buscar ese amor. Deseo que nadie se sienta identificado con este poemario, pero me temo que son muchos los que vienen con alguna cicatriz. "Aunque mi padre y mi madre me dejaren, con todo Dios me recogerá".