
¿Alguna vez has tenido la sensación de que todo está en su lugar, frente a ti, y que de todas formas no encuentras nada? Que acomodas y acomodas las piezas sueltas de tu alma, pero al parecer es cosa del destino que sigan sueltas, como si una fuerza superior estuviese pasando un buen rato, viéndote perder la cabeza, como si... ya no tuviese sentido aferrarte a la esperanza porque todo está en perfecto estado: menos tú.All Rights Reserved