Cazador Escarlata

Desde su alumbramiento, bajo la sombra de su propio ser, una melancolía profunda teñía sus pensamientos. Observaba a sus hermanos, llenos de luz y potencial, y una certeza lo inundaba: ellos merecían lo mejor. Su corazón, abrumado por un amor fraternal que lo consumía, solo anhelaba la felicidad para ellos.

Sin embargo, la senda que eligió lo condujo a la perdición. Se dejó arrastrar por la oscuridad, condenando a sus hermanos a un destino cruel que jamás deseó para ellos. La culpa lo atormentaba, un tormento que lo acorralaba cada noche en sus sueños.

Cegado por la muerte de sus seres queridos, se convirtió en un títere, siguiendo ciegamente las órdenes de quien menos sospechaba. Su único objetivo era cumplir con su cometido, sin importar el costo.

El destino lo condujo a un encuentro inevitable, un enfrentamiento con el chico de cabellos rosados. El responsable de la muerte de sus hermanos. La ira y el dolor lo consumían, impulsándolo a una batalla sin cuartel.

Al verlo caer, una punzada de dolor lo atravesó, tan abrupta como la muerte misma. Era como si un pedazo de su alma se hubiera desgarrado, como si uno de sus hermanos hubiera muerto una vez más.

Confusión y desolación lo guiaron en su búsqueda de respuestas. Un camino tortuoso que lo llevó a descubrir la verdad: Noritoshi Kamo, el hombre que había embarazado a su madre.

Un nuevo rayo de esperanza se encendió en su interior. Al encontrar a alguien que lo comprendía, un ser que compartía su sangre, se aferró a él con todas sus fuerzas. Lo protegería, lo defendería, incluso si eso significaba sacrificar su propia vida.

La tragedia se cernía sobre ellos, una sombra ominosa que amenazaba con consumirlo todo. El destino final de este ser atormentado, envuelto en la melancolía y la fatalidad, aún permanece incierto.

Su historia es un canto fúnebre a la pérdida, la culpa y la redención