"No entiendo, no sé lo que me pasa, madre. -Murmuró una niña de apenas 8 años, mientras observaba su plato de sopa, esperando como si fuera lo más interesante del mundo-. Mi pecho.. Late mucho cuándo lo veo y es algo que no puedo evitar. -Dijo aquella niña de ojos color jade, mientras apretaba el lugar donde se encontraba su corazón-. Quizás pronto lo descubras. -Murmuró Mebuki, su madre, mientras lavaba los platos donde anteriormente ella había comido-. Mami... ¿tú sabes la respuesta?... -Mebuki solo asintió, no sin evitar dar una ligera sonrisam dirigiendo su mirada a la su querida hija-. Sólo te diré que... No será fácil lidiar con ello y tendrás que ser muy fuerte para soportar lo que viene." Y ahora, después de tanto tiempo, pude entender a lo que se refería mi madre.