𝐔𝐧 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐟𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐲 𝐥𝐮𝐳 𝐝𝐞 𝐥𝐮𝐧𝐚

Se dice que: "No hay que jugar con fuego, porque te quemarás." Vaya que ese refrán es cierta, porque el dolor de un alma rota es como un fuego que arrasa si te metes con las personas equivocadas.

Lunette y Luniel siempre tuvieron la desgracia de ser los únicos mestizos de dos razas mágicas en todo el continente de Auriga. Sin embargo, ellos se mantenían alejados por su magia híbrida.

Hasta que en Selerius les tocó ser los anfitriones del festival del equinoccio de primavera y estos hermanos ser los guías de la delegación de los altezas del imperio Acadia, en especial del príncipe Benjamín y la princesa Halina. Debido a un agradecimiento por un rescate imprevisto.

Por más que traten mantener límite de anfitríon-invitado, pero el destino quiso la oportunidad de que ambas partes merezcan ser felices y amados una vez por todas. Teniendo a su alrededor amistades y personas que los aman y aceptan tal cuales como son.

Hasta que el momento de quiebre se hace presente cuando la corona a cercanía del reino donde la familia imperial residia durante el verano cae bajo fuego por unos enemigos oscuros, llegó a oídos de Lunette y Luniel con sus amigos, es ahí donde el dolor les quebró sus almas y se da en la noche de la resplandeciente luna llena del fin de una era.

Ellos en un reino de fuego y luz de luna.