Hayden Taylor pensó que el dolor desaparecería con el tiempo, pero ni el aire fresco ni el silencio logran apagar la tormenta dentro de él. El Escitalopram es su única ancla, una solución temporal para el dolor que lo consume y una promesa rota de olvidar. Escondiéndose detrás de sonrisas que no llegan a sus ojos y pastillas que nunca parecen ser suficientes. Aparece Lucía Gallego, una chica que sabe lo que significa cargar con el peso de las decisiones, incluso cuando parece ser invisible para el mundo, sabe que hay secretos que pesan más que las miradas que suele evitar. Pero en Hayden, ve un reflejo inquietante: la necesidad desesperada de escapar y, al mismo tiempo, el deseo contradictorio de ser encontrado. Ambos quieren una vida nueva, una que sea más que sobrevivir, pero los recuerdos tienen una forma cruel de aferrarse y arrastrarlos de vuelta. Porque cuando el pasado insiste en ser parte del presente, a veces, para encontrarse, primero hay que perderse en alguien más