Rhaenyra es aquella alfa que le conocen como los ojos que todo lo ve, su pasado la lleva a formar un secretísimo que pocos logran indagar más a fondo, sus terribles deseos reprimidos se ven reflejados cuando conoce a Alicenr Hightower, la hija del hombre torre alta.
Alicent es algo, es alguien, tan cuidadosa de los detalles, modelo e hija del dueño de la compañía de los Hightower, omega y de una belleza singular, la escultura perfecta...pero, ¿era solo eso?
¿Qué era Alicent de Rhaenyra? Eso es simple, ella era su 𝑬𝒇𝒆𝒄𝒕𝒐 𝒎𝒂𝒓𝒊𝒑𝒐𝒔𝒂.
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.