Parte I Bendita tinta de nevus que pinta tu cuerpo, desde tu lado más sutil hasta el más perverso e intenso, parece un sistema cartesiano orientando la travesía de tu piel, en ese mapa que es tu cuerpo. Con un pincel los mismos dioses han dejado caer gotas de tinta de un pigmento mas oscuro que tu piel creando en ti arte, haciendo majestuoso admirarte e imaginar poder colonizarte. Que sutiles gotas de tinta en tu piel adornan tu espalda, como para estar mirándote por horas quedando dispuesta a pintar con amor ese lienzo a punta de besos profundos que traspasen la piel. Sin duda dejaría caer toda la tinta de mi corazon en tu cuerpo para pintarte la vida de alegría. Encuentro en ti un paisaje de aire fresco en las curvas de tu cuerpo en las que me quisiera perder y encontrar cada día. Oh nevus cuanto he deseado besarte y pintarme los labios de ti y allí quedarme para siempre como cartógrafo estudiando tu cuerpo. Que inquietante se vuelven las ganas de explorarte que hasta a la gravedad le he pedido que ejerza su fuerza y nos una. Podría vivir una vida descubriendote nevus y transitando el complejo terreno de tu personalidad y carácter, de tu piel y tu corazón, de tu libertad y anhelos. Solo con la recompenza de poder llenarme de tu tinta.