Para aquellos que vuelan con la mente, aman con todo el corazón. A tí, que te perdí tan pronto, pero aprendí tanto de tí, a tí, que vives aún en mi corazón y en cada pequeña cosa, en el mar, las estrellas, el viento, el cantar de las aves y el volar de los colibríes, en las tormentas y en los relámpagos, en los atardeceres y que me enseñaste a amar con todo el corazón... a tí que ahora eres la estrella que tanto adorabas ver en las noches despejadas...