Viviendo una vida criticada desde mi nacimiento, ignorada por mi familia quienes eran las estrellas del año, que aparentando ser una hermosa y unida familia, no lo éramos.
Cuando todo eso dió un giro de noventa grados, y mi llamada familia perdía a cantidades toda su riqueza, dados los chismes, información que no se con exactitud si era falsa o real, dependiendo del tema, ellos serían capaces hasta de deshacerse de mi si mi existencia para ellos era un obstáculo. Por mi distintiva apariencia era llamada la hija bastarda, solo por ser diferente a esos monstruos que aún llamaba padres. Pero ese no era el fin para mí, aunque pensara que lo era, recorrí cada parte de mi ciudad, pase tantas cosas en la vida para luego mirar y decir; no me arrepiento.
Luego ese sujeto, ese hombre tan egocéntrico que me desnudaba con la mirada, e intentaba todo para hacerme caer en su red. Nunca pudo lograrlo, pero admito, que si me sentía atraída a él, y aún lo siento.
Porque terminé dándome cuenta de que era mi destino, para estar donde actualmente, estoy ahora.
"Todo fue tan espontáneo, tan natural, que ha ninguno de los dos nos pareció raro que, de pronto, mi mano estuviera en su mano y que nos miraramos a los ojos como dos tontos."
_Mario Benedetti