Desde el agua salada. ©

«Y como demasiada agua salada tiene el mar... Escribo desde el agua salada».

Los mejores versos los escriben los corazones rotos, por eso los artistas nacen cuando algo se rompe en su interior; como las estrellas, estamos en el universo, pero también somos la espuma cuántica que lo construye...

Somos la consciencia.

Las lágrimas están hechas de agua con sal, de almas en busca de libertad. Y es allí donde se mezcla nuestro dolor, las penas se exteriorizan en la orilla; en el sonido de las olas y sus vibraciones, cuando el sol nos calcina un poco más la piel y quedamos como camarones, tendidos pero lejos de estar dormidos.

Los buenos artistas son los que lloran, los que lloran mares. Escribo desde las costas más olvidadas para que siempre quede el recuerdo de que los mejores letristas son los de La Guaira, que vengo del club de los poetas del barrio; la selva de cemento.

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