Lo que pasa en meursault, se queda en meursault.

El ambiente claustrofóbico, con el eco de sus respiraciones pesadas resonando en las paredes pequeñas. La hostilidad, la atracción física, una mezcla de aborrecimiento y odio que brota de su relación de poder. Cada toque es tanto un desafío como una concesión, sus cuerpos chocan con fuerza, como si ambos intentaran dominar al otro, pero también con una intensidad que revela una conexión prohibida y conflictiva.

El conflicto interno en ambos es palpable: la rabia, la resistencia, y al mismo tiempo, la rendición ante un impulso primitivo y visceral que surge en ese espacio cerrado, donde el odio y el deseo se entrelazan peligrosamente.

Dónde el castañoso marrón y sangriento pálido corazón del sabelotodo descubre cada pequeña cosa y sobreentiende, pagando con un deseo de repetir el pasado.

Dónde la muerte se afilia al amor, odio, deseo, lujuria, nostalgia y mucho más. El pesar es innegable. Fyodor y Chuuya lo saben muy bien y harán uso de cuatro nombrados.

(El fanart no es mío!! Desconozco el autor!!)