Por una vez en mi vida decidí no tenerle miedo al amor y me costó muy caro. Tenía tanto que decirle a esa persona pero estaba cansada de sus respuestas sin solucion, de sus idas sin regreso. Escribir fue mi salvavidas. Siempre lo ha sido. Si te has enamorado de alguien que te confunde tanto con sus actitudes, de alguien que te hace dudar, y de alguien que solo te hizo sentir insuficiente e irremplazable, este poemario es para ti.