Siempre he sentido una extrañeza, una sensación de incompletitud y insatisfacción dentro de mí, sin sospechar que ese desasosiego se originaba en una mujer: ELYSIA. Sinceramente, experimenté una furia desmesurada, llegando al punto de desear profundamente eliminarla y poner fin a esta incomodidad. No deseaba que alguien aparentemente insignificante como ella tuviera control sobre mí. Sin poder procesarlo completamente, esa mujer de cabello rojo, como el mismísimo amanecer, se filtraba en mi vida como una serpiente venenosa, contaminando progresivamente mi alma y mi mente, llevándome a un estado de locura irreversible hacia ella.