No hay nada más doloroso que amar a alguien y no poder estar con esa persona.

El día en que te vi no me interesaste, después me tenías que decir que te preocupabas por mí, ahí las cosas empezaron a cambiar. A continuación saboree tus labios carnosos y deliciosos, nos entregamos cuerpo y alma el uno al otro en la danza de la pasión, con cariño y delicadeza mi cuerpo se acostumbró al tuyo, a tu respiración, a tus latidos del corazón, a tu exquisito sabor de piel… fue un momento sorprendente, al igual que tus besos que me hacían arquear de placer. Anhelaba infinitamente estar contigo… amarte, besarte y abrazarte, adoraba sentir tu protección desquiciada.
Recuerdo el día en que estábamos solos besándonos y amándonos como siempre lo hacíamos, conversando sobre nuestras cosas… anécdotas que nos habían sucedido, cosas que ambos compartíamos con satisfacción y emoción. Siempre he pensado que las cosas pasan por algo, pero lamentablemente en ese instante no tenía capacidad para pensar, para razonar apropiadamente, para tener lógica sobre la vida, solo tenía en mente có