17 parts Ongoing Desde que Japón, se instauraron los roles Alfa, Beta y Omega, la sociedad cambió de raíz. La violencia, curiosamente, disminuyó. No porque la gente fuera más pacífica, sino porque los Omegas eran excluidos de cualquier actividad de riesgo. Solo los Alfas y algunos Betas tenían permitido involucrarse en conflictos... en asesinatos.
Los Omegas, se decía, eran demasiado frágiles. Criaturas diseñadas para la reproducción, no para el combate.