Los dioses marchan a una guerra cósmica de la que depende su existencia y la de los mortales, el humo de los hornos sagrados cubren la tierra, los dioses y su estirpe se pertrechan, forman ejércitos divinos para su cruzada a estrellas lejanas. El reino que crearon queda huérfano, deben mantener la adoración de sus súbditos que alimenta su maná y mantiene sus fuerzas, un dios permanecerá como senescal del reino y buscará un mortal para ejercer de regente en ausencia del Dios Rey Hemodei, el Insaciable. Esta es la historia del primer reino mortal y del éxodo de los dioses.
La vida a veces puede ser muy injusta, pero todos sabemos que innegablemente es parte de su esencia. Si me preguntaran de que me arrepentiría antes de morir, muy posiblemente sea el hecho que nunca me esforcé en nada.
Y fue así como ese pensamiento rondo por mi mente, estrujando mi frágil corazón y carcomiendo mi alma como un horrible escalofrió que recorría todo mi ser.
Con mi vida estando a un suspiro, rogué a la nada, esperando que alguien se apiadara de mí..
-Quiero una segunda oportunidad...
Y como si los mismos Dioses se tratara, mi deseo se cumplió. Fui transportado a otro mundo completamente nuevo. Decidido a vivir plenamente y aprovechar al máximo mi nueva vida.
Pero quien diría que mi deseo tendría más consecuencias de lo que pensaba. Y con un gran objetivo predispuesto por las deidades, me vi obligado cumplir sus caprichos.