"ahora te me haces la divina cuando te cruzo por la esquina y me acuerdo tus gritos diciendo que yo era tu turrito".
no creo que salga bien que una milipili de alta clase se junte con un turro que vive en calle de tierra.
Ellos son como el agua y el aceite. Ella, una cheta acostumbrada a lo mejor. Él, un turro del barrio con más chamuyo que vergüenza. Cuando sus caminos se cruzan en River, el choque es inevitable.