El insoportable hedor a suciedad, la omnipresente basura que parecía estar por todas partes, las omnipresentes cucarachas, las innumerables luces de neón de los carteles publicitarios y la gente... Tanta gente, como si hubieran salido de libros fantásticos sobre el futuro cercano donde la alta tecnología Los implantes se habían convertido desde hacía mucho tiempo en una norma agradable para la humanidad. Y en medio de toda esta locura, ahí estaba yo... Un pequeño niño de ocho años, que, apenas despertando bajo el cadáver de una mujer desconocida para mí, se vio obligado a luchar por mi lugar bajo el sol desde el primer segundo. de mi nueva vida.
71 parts