LOS SIGNIFICADOS OCULTOS DEL NEGRO

Antes de que me diera de cuenta, me agarró del cuello con firmeza y decisión. Aunque sabía que tenía que empujarlo y apartarlo de una patada, la curiosidad y la lujuria me dominaban por completo. Jamás me había sentido tan excitada hacia ningún hombre. Sin pensarlo dos veces le devolví el beso mientras él me agarraba de las manos y me tiraba sobre el suelo, estaba tan excitada que no me dolió.
Él no me quería, ni yo a él tampoco, no había amor y eso en cierto modo lo hacía todo más fácil. Yo amaba a otra persona y él a otra, pero eso no afectaba a nuestros encuentros, al contrario cada vez quería más de él y cada vez me importaba menos reconocerlo.
Me arrancó la ropa mientras me gritaba todo tipo de obscenidades, aumentando mi lujuria y callando las voces de mi cabeza que me decían que aquello estaba mal, ahora no eran más que susurros.