La oveja negra de mi familia,
pelo oscuro y piel morena,
mi papá me odia con furia,
por no ser rubia como él quisiera.
Mis hermanos son dorados,
mi madre también lo es,
pero yo soy diferente,
y eso a mi padre no le da paz.
¿Acaso mi alma y mi ser,
no valen más que un color de cabello?
¿No soy acaso su hija también,
con un corazón noble y sincero?
Pero yo sigo adelante,
aunque mi padre me mire mal,
sé que mi valor no depende,
de un matiz superficial.
Soy única y eso me hace bella,
con mi cabello negro como el ébano,
porque la verdadera belleza,
viene del amor que llevamos en el alma.
Al fin puede solucionar el problema que tenia con subir la historia así que acá la tienen espero que les guste mucho y la apoyen.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...