Pongo a dormir a los guardias mientras me adentro a la mansión a través de los puntos ciegos de la cámara, logro burlar la seguridad de la puerta y finalmente ya estoy dentro, recorro la gran sala cautelosamente para no ser descubierta.
-Vaya, este sujeto si que no necesita el dinero. -Digo en un susurro.
Es enorme, todo lo que hay dentro parece muy costoso, eso es bueno, significa que debe haber una gran suma cerca, paso por algunas puertas, pero escucho un ruido repentino, rápidamente entro a una de las habitaciones que resulta ser un baño y me escondo detrás de la puerta, siento como alguien abre y contengo la respiración para no ser descubierta, solo hecha un vistazo y cierra.
Espero unos diez minutos aproximadamente y luego salgo de manera cautelosa, sigo caminando hacia la habitación del fondo que es la oficina lo que me interesa, primero reviso bien la cerradura y con mi aparato reviso si hay alarmas o sensores de movimiento dentro, para mi buena suerte no.
-Gracias Dios, por eso siempre estoy contigo- Susurro.
Logro abrir la cerradura y entro, saco mi aparato nuevamente en busca de la caja fuerte, tomé unos minutos y por fin ahí está esa belleza, procedo a mover cautelosamente el escritorio y logró ver esa maravilla, inmediatamente saco mi decodificador, estoy ansiosa por ver todo el oró que tendrá esta belleza dentro.
-Buscas algo preciosa. -Una voz masculina se escucha justo detrás de mi.
- Mierda...
Una noche en Las Vegas cambia la vida de Nailea, cuando despierta casada con Alex Milani, un carismático piloto de Fórmula 1.
Lo que comienza como una farsa para evitar un escándalo mediático pronto se convierte en un torbellino de emociones, atracción y secretos.
Entre el brillo de los eventos de alto perfil y las sombras del pasado, Nailea y Alex deberán enfrentarse a sus diferencias y a una conexión inesperada que podría unirlos... o romperlos para siempre.