No, no, y no, yo no voy a hacer eso.
-Padre, te aclaro que eso no va a pasar, no voy a ir ahí.
-Vas a ir ahí, yo me encargo de eso, se te quitara lo irresponsable, aprenderás a tener disciplina, vas a...
-No voy a ir ahí, tengo 24 años, no 12, no puedes decidir a donde mandarme como si no pudiera decidir que hacer o que no, soy una medico y tengo un trabajo aquí, no voy a ir a ahí solo porque te place y crees que soy una irresponsable y no se que tanto más, entiende...
-Es que justo eso eres- Toma su celular y empieza una llamada- arreglaré todo lo antes posible e iras ahí, y no te preocupes que haré que ejerzas tu profesión ahí.
-No voy a ir ahí.
-Si no vas a ahí me encargaré personalmente de que no ejerzas tu profesión en ningún lado, quedaras en jaque completamente, debes de aprender muchas cosas que no enseñe y que evidentemente te hacen tanta falta, eres una irresponsable, no sabes acatar órdenes, no tienes disciplina, eres una altanera que piensas que puedes hacer lo que se te venga en gana, pero es mi error, eres así porque tu madre y yo no te hemos frenado, pero solucionare esto.
Quiere que vaya ahí? iré!! Claro que si, apuesto que de inmediato me querrá sacar, sabe que no soy alguien a quien pueden doblegar, sabe que no me dejo dominar, ¿pero igual quiere hacerlo? Bien!!
Alguien toca a la puerta, a paso lento abres y ves a un militar sucio con una caja grande en sus manos y dos más en su camioneta.
-herma-
Le cerraste la puerta en su cara, pues tenías miedo de lo que traía en esas cajas, volviste a abrir.
-Me dejaras habl-
No le cerraste la puerta, pero le lanzaste un trapo sucio, que por cierto alguien a vomitado.
Acercandote a la caja le dijiste -Espero que no sea lo que creo que es-
Y exactamente, eran cuerpos desparramados en la caja, orejas y colas en muy mal estado, olían horrible, te agarraron de centro de rescate. No era necesario que te diga tu hermano, lo que te pediría.
-Lo aceptare, pero sepas que me ofende mucho- agarrando la caja y dejando que el ingrese las dos sobrantes. En pensamientos al menos cumpliste uno de tus sueños y era ser como la Doña de los aristogatos, esperabas a que uno de los gatos fuese hembra y blanquita para llamarla duquesa.
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Está historia es de las primeras que público, así que van haber muchos cambios, gracias.