"Volví por el tétrico pasillo a pasos más suaves pero pausados. Abrí la puerta de mi dormitorio y encontré un papelito color amarillo muy pequeño plegado varias veces. Me quedé parada en frente del mismo mirándolo y pensando en la nota que seguramente tendría escrita. Antes de comenzar a debatir conmigo misma si debía o no abrirlo, comencé a desplegarlo para ver su interior porque la curiosidad siempre me ganaría de antemano.Con cada despliegue que abría me ponía más nerviosa."