A medida de un caminar en Cristo, donde ha habido momentos de dolor y momentos de gozo, momentos de creer y momentos en que mi fe menguaba, instantes de desánimo e instantes de fortaleza. Estuve meditando en la juventud de la actualidad y los factores que la dañan o la pervierten constantemente y que es lo que hace falta realmente, para que la manifestación de Dios, a través de la Juventud, sea notable al ojo humano en cualquier lugar del mundo con grandes prodigios y milagros, arrebatando millares de almas que se pierden día a día en el mundo sin hallar una solución a sus problemas, ni un enfoque de vida que les cause estabilidad, emocional, espiritual y física. Me preguntaba ¿quién será aquel? que se levante para ser usado por Dios con poder, y en esa trayectoria de pensamientos, una profunda llama se encendía en mi corazón, por ser uno de esos jóvenes usados, sin límites ni detenimientos en esa carrera perfecta, que es estar en Cristo. Así que Decidí disponer mi corazón a una intimidad con Dios, y ser un arma en las manos del Señor, para quebrantar el poder del mal, no solo en los constantes ataques de satanás, sobre mi vida, sino también en contra de aquellos indefensos que ni siquiera saben porque se encuentran en esta tierra, y viven la vida según su propio consejo. La juventud es un tesoro preciado para nuestro Padre Celestial, hecho en el cual, el Espíritu Santo manifiesta un plan inquebrantable para que cada joven sea alcanzado por la salvación de Jesús y que hoy, te propongo seas participe de este propósito , para encender una nación destinada a honrar al Rey de Reyes y Señor de Señores Jesucristo.
Kageyama Tobio era un niño pequeño con una vida dura. Encontró consuelo en el voleibol y sabiendo que algún día encontraría a su alma gemela. Siempre había creído que se suponía que las almas gemelas eran perfectas para cada una y soñaba con conocer la suya. Alguien que lo amaría sin importar nada. Lamentablemente ese sueño se hizo añicos cuando descubrió quiénes eran sus almas gemelas.