Taehyung, era temido por su frialdad y por ser la persona más despiadada del mundo, era odiado por las demás Mafias de todo Seúl, Corea del Sur, o mejor se podría decir toda Asia y Estados Unidos de América.
Era odiado y codiciado por su ingenio y por su inteligencia, chicas y chicos caían rendidos a sus pies, hijos por los más grandes empresarios y narcos, no tenía tiempo de enamorarse.
--Juego de niños.
Exclamó, Taehyung, pero todo cambio cuando vio pasar a un pelinegro con ojos muy hermosos y un bello suéter de panda, de nombre, Jungkook... Algo pálpito dentro de él será que...
Taehyung, Por primera vez ¿se había enamorado a simple vista...?
Jungkook, es un pequeño Omega de tan solo 16 años, que ama la pintura y todos los colores del mundo, su sueño de convertirse en un artista muy reconocido...
Su padre, que trabaja en una fábrica de desechos, para mantener a su esposa y a su hijo Jungkook.
Jungkook y sus padres asisten a una fiesta de despedida, por parte del trabajo de su padre, él es emborrachado por accidente en la fiesta de despedida, resulta que Jungkook, aún no se manifestaba como:
Alfa, Omega o Beta.
Bueno...
Eso pensaban...
_____________________________________________
Holiwis, esta será mi primera historia sobre el taekook, haci que ten paciencia, actualizaré cada 5 días después de un cap.
•Fecha de inicio ✨24/1/24✨
•Fecha de finalización ✨?✨
❌Obra totalmente mía, no adaptaciones, copias, o otras cosas que sean iguales a mi historia.❌
//Jungkook pasivo
Taehyung activo
Omegaverse\\
♪Si no te gustan este tipo de ship, te pido que no leas la historia, se menciona el contrabando, y otros temas serios, así que si eres sensible a estos temas, plis, no la leas, evitemos problemas. Ya que la historia es "Madura"
Gracias♪ 😊
Jae-ji siempre había tenido el control. Era la mejor en todo y nadie se atrevía a desafiarla... hasta que llegó Seulgi.
Lo que comenzó como un intento de dominarla se convirtió en su mayor derrota: en privado, era Seulgi quien tenía el control, y Jae-ji no solo lo aceptaba... lo adoraba. Entre celos, provocaciones y un juego de poder inesperado, Jae-ji descubrirá que ceder nunca estuvo en sus planes, pero con Seulgi, tal vez siempre estuvo destinado a suceder.