Takeshi, un adolescente de diecisiete años, era uno de los millones y millones de humanos que habitaban el planeta tierra. Pero todo daría un giro cuando en una de sus siestas, despertaría en un lugar diferente. Precisamente, en un sarcófago. Ahora, tendra que arreglárselas para sobrevivir en un mundo completamente diferente al suyo. Un mundo en donde él, es el único ser humano de raza pura que hay. Un mundo en donde su inmunidad a la Oripatia puede tornarse más en una maldición que en una bendición.