Desde que su matrimonio con Lilith llegó a su fin, Lucifer cayó en una gran depresión, en la cual también llegó a dejar casi en el olvido a su hija Charlie. Nunca pensó que una simple princesa mortal que le vendió su alma a cambio de servir para él, le llenaría el vacío qué Lilith le dejó, después de todo ella fue a la primer mujer qué amó.