Sombras en el juego

La infancia de Drakken en el barrio pobre estaba marcada por su amor por el fútbol y su habilidad innata. A pesar de las dificultades económicas, su chispa por el juego brillaba en los callejones polvorientos. Sus padres, aunque luchaban con las limitaciones financieras, apoyaban su pasión y le daban el espacio para desarrollar sus habilidades.

Drakken continuó sus prácticas diarias en las improvisadas canchas del barrio. Un vecino anciano, un exjugador retirado, se convirtió en su primer mentor, compartiéndole trucos y técnicas básicas. Drakken, con su inteligencia aguda, captó rápidamente las lecciones y empezó a destacar entre los jugadores locales.

Un vecino astuto aprovechó la inteligencia de Drakken de una manera diferente. Lo introdujo en actividades menos convencionales, y la pasión por el fútbol se mezcló con un mundo oscuro. A medida que Drakken se veía envuelto en situaciones peligrosas, su sueño de fútbol se desdibujaba en las sombras de elecciones lamentables.

El mundo ilegal se convirtió en el destino de Drakken pereciendo en este, lamentándose donde terminó hasta en el último de sus días, cuando el pensó que todo había terminado apareció un ser, este le ofreció una nueva oportunidad, renaciendo e incluso una habilidad por la gran obra de comedia y tragedia que fue su vida ante los ojos del ser, indignado la tomo aunque contento por qué sabía claramente que esto cambiaría totalmente su sueño frustrado de ser fútbolista.