-No me agradan las 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐢𝐭𝐚𝐬.- Carolina esperó respuesta de la infanta -¿No vas a decir nada, Majestad? - Burló la joven. Acto seguido, Sofía la analizó unos segundos. -De hecho, no soy una 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞𝐬𝐚, soy una 𝐢𝐧𝐟𝐚𝐧𝐭𝐚.- La joven siguió centrada en lo suyo, ya daba por hecho que la rubia callaría. -Seas lo que seas, eres un parásito que vive de impuestos de los trabajadores. La gente como tú poco sabe lo que es esforzándose de verdad.- Las palabras de Carolina resonaron en la habitación. -¿Y tú qué sabes de mi? ¿Acaso eres vidente o algo así? ¿Tienes las respuestas y lo sabes todo? - El tono de Sofía se mantenía neutral, pero el orgullo de Carolina la hicieron salir de la habitación azotando la puerta como si la hubiera insultando en 10 idiomas distintos.