Desde la despedida de su título como overlord, Husk ha estado llevando una vida atada a Alastor. Con la cadena de su alma en sus manos él se lo llevó todo, incluyendo su descanso. No fue hasta que conoció a Ángel Dust, una araña del gremio del cine erótico que pudo recuperarlo y descansar por primera vez en muchos años.