Siempre tuve una fascinación con el fuego; como se veían las brazas encendidas formando un curioso color llamativo, que te atraía, que te quemaba, que te consumía.
A lo largo de los años intenté hacer una relación entre el fuego y el amor.
El amor es parecido, quema pero no de la misma forma. Quema de adentro hacia afuera, pero es un calor que te hace sentir vivo. Atrae. Atrae exactamente de la misma manera, quieres acercarte y tocarlo pero le temes, le temes porque sabes que puedes salir herido…
Y consume.
El amor me quemó en distintas ocasiones, también me hizo sentir viva, comenzó a dejar de atraerme después de varias quemaduras que me dejaron severas cicatrices, pero entonces llegó una flama distinta, una más viva, una más llena de color, con más oxígeno y esa, esa me consumió. Tomó todo de mí.
Comenzó con una chispa y me incendió, me hizo arder, me hizo sentir y luego él conmigo se consumió, cuando nos faltó el oxígeno nos consumimos juntos, yo fui cenizas, él no.
Kim nunca pensó que mentir en su currículum la llevaría a una completa travesía con su joven jefe.
Nico nunca pensó que darle una oportunidad a Kim la convertiría en el amor de su vida.