Cuando Victoria y Diego se mudaron a su nuevo e idealizado hogar, nunca imaginaron que habría más sorpresas a parte de ese primogénito que venía en camino. Victoria nunca se imaginó a sí misma llena de miedo y terror en una auto-instrospección involuntaria pero al mismo tiempo obligatoria bajo sus nervios. Diego nunca, ni en su pesadilla más oscura y vívida, creyó tener que ver al amor de su vida ser consumida por el miedo y pánico que, poco a poco, se la comerían viva.All Rights Reserved