Luna acababa de graduarse, con un diploma en una mano y un mundo de posibilidades en la otra. Pero no buscaba cualquier trabajo; quería uno que resonara con su alma. Creció en una era de cambio climático, movimientos sociales y una creciente conciencia global. Su generación, a menudo malinterpretada pero profundamente apasionada, era conocida como la Generación de Cristal. No eran frágiles, pensaba Luna, sino transparentes en sus valores y firmes en sus convicciones.All Rights Reserved