-Haré que renuncies -resolvió entre dientes; no era alguien agresivo, pero de la nada había aparecido en su estómago una horrible sensación de odio hacia el chico que ahora le miraba con interés-. ¡Haré tu vida cuadritos y no querrás solo dejar el equipo, sino la escuela también! -Bien, Kim. Que gane el mejor capitán entonces.All Rights Reserved