𝘌𝘭 𝘷𝘢𝘭𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘺 𝘦𝘭 𝘤𝘢𝘰𝘴 ~ Alastor X Tn (Oc)

Bajo un cielo marchito de luna creciente,
camina la Muerte, dentro de un silencio envolvente.
Sus pasos son pétalos de un invierno eterno,
su alma vacía y antigua, junto a su semblante sereno.

Frente a ella, con una sonrisa que a todo el mundo ahuyenta,
surge el Caos adornado con su cornamenta.
Su poca cordura se hace presente,
en el momento en que la dama nocturna se le coloca enfrente.

Los ojos color sangre del caos se dilatan
Su alma de locura se llena de paz,
Como si su ser fuera una mentira, un simple disfraz.

Ella, que enfría el mundo con sólo parpadear,
él que lo destroza todo con el simple morbo de gozar.
pero entre ambos, un hilo atrayente los reúne,
hecho por el destino al crear un vals prohibido que los une.

Pero en el momento en que ambos tocarían sus palmas,
El ser de astas sintió su tambaleo en su alma.
La Parca retrocedió, sus ojos vacilantes,
El pecador de adelante,
No dudó en hablar al ver su semblante.

-Muerte santa, muerte mía-
Expresó el caos con carisma.
-Permítame un último baile a su lado-
Rogó con una voz revelante de su ser cansado.
Como si su interior buscara un reposo sin final, en donde su corazón descansara del mal.

La Parca, anhelante de sentir su calor,
se vió encerrada en un duelo sofocador,
Donde su cabeza sabía con certeza,
que el Caos perecería si le aceptaba tal pieza,
Pero su deseo por calmar su infinita y milenaria soledad,
le gritaba corresponder a la danza,
esa que por tanto tiempo aguardaba con añoranza.

Y entonces, cuando sus sombras se acercan sin querer,
la Muerte se arrepiente... y el Caos aprende a ceder.
Mas saben los dos,
que su unión es un lujo imperdonable,
Donde ambos son el culpable.
Porque donde él existe, ella debe concluir,
y donde ella se alza... él deja de latir.

El Caos se inclina, la Muerte lo sostiene,
en un abrazo eterno y desbordante que ella misma mantiene.
Él le entrega su locura... Ella lo ama en silencio,
uniendo sus labios en un último beso.

Alastor x Tn (Oc)