Él era la calma en su desesperación, los latidos de su corazón, el flujo de la sangre en sus venas y el oxígeno en su sistema; para Jeon Jungkook, Kim Taehyung era su adicción favorita y su preciada posesión. "Oh, Taehyung, dulce Taehyung. No puedo esperar más para que seas solamente mío. "