Tras el estallido de la guerra entre dos poderosos reinos de mentes brillantes, todos debían tener cuidado ante posibles ataques. Pero Carmela sabía que, hasta cierto tiempo, estaba protegida. En los primeros años de la eterna guerra, una antepasada de Carme fue protegida por un joven y compasivo dios que evito su prematura muerte. Pero los dioses, por más buenas intenciones que tengan, siempre desean algo a cambio. Hicieron un trato que se heredaría de generación en generación hasta ser saldado, por medio del ancla dorada que llevaba esa noche su antepasada en el cuello, que la protegería de quien sea que deseara hacerle daño.
Camela debía salvarle la vida a alguien que amara o sufriría una muerte trágica como debió haberle pasado a su ancestro aquella noche. Ella intenta no darle tanta importancia y vivir la vida que tiene como ella más desea hasta que llegué su momento de morir, de todas formas nadie antes que ella había logrado saldar la deuda con el dios.
Pero Carme dentro suyo siempre tuvo el hambre de saberlo todo, la verdad de todo su alrededor. Por eso, se proponía a descifrar los misterios que se le aparecían, y si podía salvar un vida en el camino, mejor. A sus solo 21 años, Carmela se había convertido en una de las mejores detectives del reino, aunque solía resolver problemas menores. Hasta que un día, el príncipe del reino toca su puerta en busca de su ayuda tras una serie de sospechosos hechos dentro de su palacio y teme por su vida.
¿Carmela podrá descubrir el misterio y salvar al príncipe? ¿Y podrá salvarse a ella también?
03/02/24 -