-¡Vete al Infierno, Arian!-vocifero él hombre.
Arian estaba acostumbrada a esa clase de comentarios, y mucho más viniendo de sus cercanos.
-Que casualidad, estaba apunto de ir allí justamente. - Respondió burlonamente al hombre, quién ya se estaba impacientando con la muchacha.-Todo un placer haber tenido está conversación con usted, el día de hoy.
-¡Lárgate!, ¡lárgate ahora mismo de mi tienda!-Él hombre estaba desconcertado con aquella extraña muchacha.
Arian salió triunfal por la puerta de aquella tienda, sintiéndose como la ganadora de la discusión y dirigió su camino a la mansión Campbell.
Arian era una mujer híbrida, era una mezcla entre demonio y humano, su madre una simple humana y su padre el señor del infierno. Había sido criada por su padrastro e intentaba vivir una vida corriente entre los humanos, aunque claramente no lo lograba por completo. La demonio vive bajo la sombras de la duda y de lo incomprensible, desea saber lo que en verdad es ella y cuál es su objetivo. La demonio luchará por encontrar su lugar y tendrá una batalla interna consigo misma, su pensamiento y su lógica, todo por hallar el camino correcto, hasta la luz del túnel de los diamantes brillantes, con los cuales tanto sueña.