Con una apatía sorprendente, Lan Jingyi vive en su propio mundo, apartado de las emociones, de cualquier tipo de sentimientos y desbordando indiferencia, por lo que todos piensan que no tiene corazón... Sin embargo no pueden negar que aquel joven omega, es un chico demasiado hermoso. Wei wuxian tampoco puede negar que ese niño tiene tanto parecido a su hermano. Y Jiang Wanyin no puede evitar sentir cierta conexión con el chiquillo y hacerle pensar que si ese niño sonriera tendría la misma sonrisa que aquel hombre que aparece todas las noches en sus sueños, y tampoco puede evitar pensar que quizás su cachorro no murió, que su cachorro es aquel chiquillo de alma rota.All Rights Reserved