La Posesión del Ruso ©.Libro #1 "Almas Rebeladas." [Borrador Para Corregir] +21

"El puede parecer un dios, pero esta muy lejos de serlo. El no es un santo, tampoco un pecador cualquiera.
¡El... es un sádico!"

Sasha ivanov, hijo primogenito del pakhan de la Bratva y futuro heredero del imperio mas sanguinario de Rusia.
Desde pequeño ha sentido fascinación por ver el mundo arder y su deseo por ver sangre correr nunca son suficientes cuando algo se le mete en la cabeza. El nunca le ha temido al dolor ni a ensuciarse las manos para obtener lo que desea . Y sobre todo nunca se le ha dado bien acatar las reglas. Y todo empeora cuando conoce a Sara Rinaldi, la hija del hombre más peligroso de la Mafia Italiana y recientemente nombrado jefe de la misma.

Cuando sus ojos se encontraron, solo pudo pensar en una cosa "Debia ser suya". Ni siquiera vacilo cuando decidio que ahora ella le pertencia. Y si de algo estaba seguro, es que no le importaran las consecuencias. Incluso si debe desatar el infierno sobre la tierra para poseerla, dejara que el fuego de lo prohibido lo consuma a el y a todo el que se interponga en su camino.

"Ella parece un Ángel y en parte, lo es. Pero en donde hay luz, siempre habrá oscuridad.
Y los que alguna vez han sido testigos de esa oscuridad, son quienes dan fe de que, cuando Sara Rinaldi se molesta, los Ángeles tiemblan y hasta los demonios se arrodillan."

Ella es la mujer mejor protegida de toda la mafia italiana, el tesoro mas valioso del Rey, Sebastian Rinaldi. Pero pese a ser hija de quien es y del mundo en el que ha crecido, es una chica dulce, timida y amable. Demasiado buena para su propio bien. Pero que su dulzura no los engañe, porque Sara Rinaldi guarda un secreto, uno que solo las personas más cercanas a ella conocen.

O eso creia ella hasta que conoce al misterioso chico de ojos azules que aparece frente a ella en su jardin, observándola como si pudiera ver en su interior a través de su mirada.

Ella lo sabe... El ha visto su alma, el... sabe su secreto. ¿Y lo peor? ¡No sabe si eso la asust