Nadie sabía quién era él. Solo que siempre estaba con alguna valquiria. Su traje negro, espada envainada a su espalda, capucha y máscara de zorro le hacían inconfundible pero intrigante, ¿Quién estaba bajo la máscara? De allí el apodo por el que las deidades le llamaban: El niño valquiria, un guerrero excepcional capaz de burlar dioses si así se lo pedía alguna de las doncellas guerreras. Pero un día, todos descubrieron la cara que se escondía bajo esa fachada de zorro.All Rights Reserved
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