Dear No One

Dear no one: aún no te conozco y ya sé que eres el amor de mi vida.

"Entonces te encuentras tomando un bonche de hojas en blanco de la reserva en la impresora, tomando el primer bolígrafo funcional que encuentras tirado en algún lugar de tu escritorio, y con lágrimas en los ojos comienzas a escribirle a un fantasma un puñado de cartas que es más factible termines quemando después cuando te tome la vergüenza, que mostrándolas al hombre de tu vida inexistente porque tu vida amorosa simplemente es desastrosa como tus jodidos pensamientos fatalistas en que te miras sola por el resto de tu existencia con cinco perros y alergias cada cambio estacional".